Señor Director:
Fernán Ibáñez arremete, y justamente, contra las malas prácticas edadistas que permanecen en nuestra sociedad. Aún peor, en este caso es una practica avalada por el Estado al permitir que notarios procedan solicitando un Certificado de Lucidez a personas mayores de 75 años, pasando a llevar así sus derechos y su dignidad, con un trato paternalista.
El llamado es entonces a que el Ministerio de Justicia y de Derechos Humanos (haciendo honor a su nombre) proceda a la prohibición de esta exigencia. Impulsar una nueva y más justa mirada hacia este grupo etario es tarea de todos, pero es imposible hacerlo sin un Estado que dé el ejemplo.
Eduardo Toro
Director ejecutivo Fundación Conecta Mayor
Miembro de Secretaría Ejecutiva Voces Mayores
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